Explorando la necesidad de la tercera dosis en la lucha contra el COVID-19.
En un mundo aún navegando las olas de la pandemia de COVID-19, la conversación sobre las vacunas sigue siendo central. Con la emergencia de nuevas variantes y el desafío de mantener una inmunidad sostenida, la tercera dosis se ha convertido en un tema crucial. En este artículo, con la colaboración de VRIM, líder en soluciones de telemedicina, examinamos por qué esta dosis adicional no es solo un lujo, sino una necesidad.
Desde la primera aplicación de la dosis contra SARS-CoV-2 durante diciembre de 2020, se ha mostrado una reducción de casos graves, hospitalizaciones y contagios a nivel mundial. Esta disminución no ha sido minúscula, la cifra ronda cerca del 40%, lo cual empata con la cantidad de población vacunada a nivel global, la cual corresponde al 43%. La evidencia estadística demuestra la eficacia de las vacunas, sin embargo, surge la pregunta sobre por qué es necesaria una tercera dosis y por qué no basta con una sola.
Sin embargo, surge la pregunta sobre por qué es necesaria una tercera dosis y por qué no basta con una sola. Oscar Franco, director del Instituto de Medicina Preventiva y Social de Berna, aseveró en una entrevista para el medio France 24, que son dos las razones por las cuales la tercera dosis es significativa.
•La primera de ellas se debe a que el virus se encuentra mutando constantemente, por lo que las variantes utilizadas para desarrollar las vacunas son distintas a las nuevas variantes. Si bien defenderán a la población vacunada, lo harán con mayor eficacia si se emplea información de las nuevas apariciones en la familia de este virus.
•La segunda de ellas se refiere a que posterior a los 6 u 8 meses, las defensas pueden llegar a reducirse, sobre todo en las personas que sufren algún problema de morbilidad.
Asimismo, Jonathan Ball, un relevante virólogo de la Universidad de Nottingham, Inglaterra, asegura una razón fundamental en una entrevista para la BBC: “El sistema inmune queda con un conocimiento y entendimiento más profundo del virus”, es decir, el sistema inmune aprende a combatir el virus con cada dosis.
Otra de las preocupaciones a nivel mundial, es la distribución de vacunas. A pesar de que alrededor del 56% de la población global ya adquirió las dosis necesarias de la vacuna contra Covid, aún sigue siendo un reto democratizar las dosis en otras zonas del mundo como Nigeria, Zimbabue, Sudán, Tanzania, etcétera. No obstante, el personal de la salud aún continúa buscando una resolución para esta problemática, sin quitar el dedo del renglón, a la vez que invitan a la población global a no bajar la guardia frente a la pandemia.
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En conclusión, la tercera dosis de la vacuna COVID-19 es más que una medida preventiva; es una estrategia esencial para combatir eficazmente las variantes emergentes y mantener una inmunidad robusta. Con el apoyo de VRIM, líder en servicios de telemedicina, puedes estar seguro de que tu salud y la de tus seres queridos está en buenas manos. Invierte en tu bienestar y el de tu comunidad con VRIM.
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Bibliografía
