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Si trabajas en oficina, sabes que ser godín no siempre es fácil. Entre juntas interminables, estar horas frente a la computadora y comer a deshoras, nuestro cuerpo empieza a cobrar factura. Dos de las quejas más comunes son el dolor de espalda y la temida fatiga renal. Y aunque parezcan “malestares normales”, en realidad son señales de que algo no está bien y que tu cuerpo está pidiendo atención.
No estás sol@: muchos compañeros de oficina viven lo mismo. La buena noticia es que sí hay formas de prevenir y aliviar estos problemas, sin necesidad de esperar a que se conviertan en algo más serio.
Dolor de espalda: Cuando la silla se convierte en enemigo.
Pasar ocho horas sentado frente a una computadora es como cargar una mochila invisible todo el día. La postura, la tensión y hasta el estrés se acumulan en la espalda.
Tips para aliviar el malestar:
La regla del 20-20-20: Cada 20 minutos, cambia tu postura durante al menos 20 segundos. Estira brazos, cuello o camina un poco.
Apoya tus pies: Evita que queden colgando, esto ayuda a que la columna tenga soporte.
Silla aliada: si no tienes una ergonómica, coloca un cojín pequeño en la zona lumbar.
Micro-estiramientos: Mueve hombros en círculos, inclina la cabeza suavemente a cada lado y estira la espalda al levantarte. No necesitas gimnasio, basta con 2 minutos cada hora.
Cuida el estrés: La tensión emocional se refleja en la espalda. Respirar profundo 3 veces antes de seguir trabajando puede marcar la diferencia.
Fatiga renal: Cuando el café no basta.
Los riñones trabajan horas extra sin que lo notemos. Una mala hidratación, exceso de café, refrescos o sal en la comida godín pueden sobrecargarlos. Y la consecuencia es sentirte cansado, sin energía y con dolor en la parte baja de la espalda o en los costados.
Tips para cuidar tus riñones en la oficina:
El agua es tu mejor inversión: 1.5 a 2 litros al día es lo ideal. Si te cuesta, pon alarmas o usa una botella medidora.
Menos refrescos, más vida: Cámbialos por agua mineral con limón o infusiones sin azúcar.
Cuidado con la sal oc
ulta: Los alimentos procesados (sopas instantáneas, botanas) tienen cantidades enormes de sodio. Opta por snacks como frutas, nueces o verduritas.
No aguantes las ganas: Aguantarse de ir al baño es de lo peor para tus riñones. Date permiso de levantarte cuando lo necesites.
Incluye alimentos amigos: Arándanos, pepino y sandía son aliados naturales para mantener sanos tus riñones.
Tu cuerpo no es reemplazable.
La vida godín nos enseña a cumplir con fechas de entrega, pero no debemos olvidar que nuestro cuerpo no tiene “siguiente edición”. Cuidar de tu espalda y riñones no es un lujo, es una forma de garantizar que tengas energía y bienestar para disfrutar dentro y fuera de la oficina.
Haz de estos tips un hábito. Tu yo del futuro —ese que quiere seguir viajando, riendo y disfrutando— te lo va a agradecer.
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